Nací hace 27 años, un martes de abril en la ciudad a orillas del Mar Caribe que la historia y el turismo han venido a llamar Corralito de Piedra; soy la primera hija de mi madre, la tercera hija de mi padre. Vivo con mis padres, mi hermana y el anhelo de un perro. Aprendí a leer muy rápido, porque quería acceder a las historias por mi cuenta, y empecé mis andanzas indisciplinadas en el verso libre en cuanto fui capaz de escribir frases.
Luego destaqué en primaria escribiendo cuentos y desde los once años me dediqué a consciencia a la novela romántica, aunque no descubrí que hacía justo eso hasta los quince, cuando leí Paraíso Robado de Judith MacNaught y me enamoré por primera vez. Estos amores ficticios bien podrían ser la causa de que todavía esté en la búsqueda de mi amor real.
Estudié lingüística y literatura, me he formado en animación y promoción de lectura, cosa que me interesa mucho, y desde 2017 me dedico a la corrección de textos. Trabajo como docente universitaria, he enseñado español a extranjeros y formado el hábito lector de niños y niñas mientras era docente de primaria. Me considero lo que ahora se llama una persona multipotencial, antes de eso me llamaba a mí misma una polímata de las cosas simples.
Soy temática, obsesiva con temas, posiblemente neurodivergente. Me gusta el teatro y me encantan la salsa y la bachata, aunque apenas llegué a nivel intermedio.
No creo en la escritura como exorcismo, no únicamente, pero prefiero mis mundos ficticios a la realidad, por eso me encanta escribir y leer, en ese orden, que escribir me es vital, uno y otro son como comida, aire y agua. Prefiero los finales felices, por eso adoro las novelas románticas, y me encanta la historia, por eso las románticas históricas y creo en lo de hacer santas todas las cosas, por eso las novelas románticas inspiracionales.